viernes, 24 de abril de 2020

PASEOS Y JOTAS


Como un alegre cantar, será la jota navarra por siempre, compañera en el paseo diario, de los chicos y chicas de nuestras ciudades y pueblos.

A la infancia y sus acompañantes, dedicamos:
Es la jota de Murchante. De Simeona Bozal.
Su hija Engracia Ariza, compañera en los escenarios  de Faíco y Josefina:
       “Un navarrico en la escuela
Mirando el mapa lloró;
Porque pintaron pequeña,
La tierra que tanto dio”.     

Las añoradas Hnas. Flamarique, de Tafalla, cantaban esta jota de su hermano Pedro Mari:
“A un niño yo pregunté
Por el nombre de su patria;
Y con siete estrellas de oro,
Escribió un nombre Navarra”.

De Valeriano Ordóñez, jesuita y poeta, de Torres del Río:
“Llevas la sal de la jota
Y llevas el sol del campo;
Por ser morena salada,
Te quise y te quiero tanto”.

A las niñas, dedica el maestro Turrillas:
“No vayas al campo niña
Que el sol ya viene pegando;
Y al ver que besa tu cara,
De celos me está matando”.

Una madre, María Antonia Morales, de Artajona, poetisa, dedica a su hija Rosa:
“Como te llamas Rosa
Y mi oficio es jardinero;
Qué bien te voy a cuidar,
El día que nos casemos”.

Y, allá va la despedida! con  la felicitación, por ser la infancia, quien ofrecen a la vida, toda su alegría.
De Felicio Murillo, de Murillo el Fruto:
“A ver si pasa este virus
Y podemos disfrutar;
Paseando por los parques,
Con salud y libertad”.

ELENA LEACHE ECHALECU

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