viernes, 27 de marzo de 2015

Escuela de Jotas "Hermanas Flamarique" de Tafalla

La directora de la escuela de jotas de Tafalla, Carolina González, en nombre de toda la escuela de jotas, agradece el apoyo y todas las muestras de cariño recibidas  en estos momentos tan tristes, con la pérdida de una de las grandes figuras de la Jota, Vitori Flamarique. Y gracias a todos las personas que participaron con su música y buen hacer en el funeral y despedida de la jotera tafallesa.

Vitori, acompañada de Carolina González, directora de la Escuela de Jotas Hermanas Flamarique y de la alcaldesa Cristina Sota en uno de sus últimos homenajes.

La jota navarra y en concreto Tafalla, su localidad natal, se ha quedado un poco huérfana al tener conocimiento del fallecimiento de Vitori Flamarique, la jotera que junto con su hermana Encarna formaron el mítico dúo Hermanas Flamarique.

Recordar a Vitori en estos momentos implica recordar también a  su  hermana Encarna, compañeras inseparables de carrera artística y de vida.
Nacida en 1929, fueron las primeras mujeres en cantar la Jota navarra en un escenario y esto ocurrió en noviembre de 1948, en el desaparecido Teatro Gorriti, donde interpretaron las únicas jotas que se sabían: “Cuando rezas el rosario” y “Las cuerdas de su guitarra”, según recoge Jose Mari Esparza en suHistoria de Tafalla. En 1955 marcharon a Venezuela a trabajar y allí también dejaron huella de sus interpretaciones en los Teatros Nacional y municipal de Caracas, tal y como relata su hermano Pedro Mari en Músicos y Música en Tafalla, de los Cuadernos de Cultura Tafallesa.

En 1971 participaron en la inauguración de la primera Casa de Cultura cedida por la CAN en su edificio de la carretera general, en un acto presidido por Amadeo Marco, presidente por aquel entonces de la Diputación Foral y las autoridades habituales. En 1973 promovieron, con patrocinio de Diputación, la primera Escuela Oficial de Jota Navarra que en 1988 pasó a denominarse “Hermanas Flamarique” y que, a día de hoy, continúa con su labor de cantera de la que han salido grandes campeones y campeonas. Vitori y Encarna crearon un estilo propio de interpretar la jota, reconocible al instante,  y acompañadas de otros joteros locales, alternaron las jotas y variedades con otros músicos y humoristas tafalleses. Vitori, junto con su inseparable hermana Encarna, recibió multitud de homenajes en su tierra y fuera de ella y pasearon la jota como nadie por festivales y escenarios de aquí y de Sudamérica. El útimo galardón lo recibieron de manos del Gobierno de Navarra al otorgarles el Premio Príncipe de Viana la Cultura por ser “ un exponente vivo de la Jota navarra, cantada por ellas con fuerza y sensibilidad, que transmite energía y emoción”.

A lo largo de su carrera artística grabaron nueve singles y cuatro long play de los que luego fueron saliendo diversos cassettes que despertaron emociones  en todas las personas que escuchaban una y otra vez aquellas interpretaciones para  aprender no solo las jotas sino su modo de interpretarlas.

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